martes, 13 de febrero de 2007

La Challenge da la bienvenida al pelotón nacional

Por fin ha comenzado la temporada de ciclismo en España. Para muchos son las primeras pedaladas del año pero gran parte del pelotón ya lleva en sus piernas unos cuantos - y algunos muy duros- kilómetros de competición. Down Under en Australia, Langkawi en Malasia, Etruscos en Italia o Bességes y Marsellesa en Francia dieron el banderazo de salida a una temporada que para unos supondrá el año cero después de la Operación Puerto y que para otros será la continuidad de la caza de brujas iniciada en 1998.

El primer día de la Challenge nos trajo una nueva victoria, la octava en Mallorca, de Óscar Freire. El tricampeón del mundo es un ciclista distinto, de esos que surgen muy pocos - menos en España- y al que añoraremos mucho cuando se retire. A pesar de sus continuas lesiones y problemas físicos, Freire siempre está ahí y cada vez que compite asegura victorias. Por el momento puede decir que la primera victoria española en este año lleva su nombre.


La segunda jornada dejó como vencedor a Vicente Reynés, un ciclista de 25 años que atesora cierta calidad pero que aún debe demostrarlo en aquellas carreras en las que los auténticos ciclistas de primer nivel enseñan porqué lo son. Le toca dejar claro que su inclusión en Caisse d´Epárgne tiene más que ver con sus condiciones como ciclista que con su lugar de nacimiento. Reynés llegó junto a Colom, Horrach y Tauler, hace ahora tres años a Illes Balears, para completar el cupo de baleares en la escuadra navarro-francesa. Tauler fue el primero en marcharse, ya que su rendimiento dió un bajón espectacular en 2005. Colom también ha abandonado la nave este año, si bien ha puesto rumbo a Astaná, en donde los francos suizos no faltan. Así pues, ahora son Horrach y Reynés los únicos representantes del ciclismo balear en el equipo patrocinado por la comunidad insular. Vicente ya ganó una etapa hace dos años en la París Niza, sorprendiendo a los favoritos en una llegada masiva que picaba hacia arriba. Aquel día el protagonismo fue compartido, ya que Reynés tuvo que ver como los titulares hablaban tanto de la nieve como de su victoria. El año pasado realizó un buen final de temporada y, aprovechando su punta de velocidad, logró lugares entre los 20 primeros en Piamonte o Lombardía. Sin embargo, Reynés debería de dar un paso adelante en su progresión y qué mejor ocasión que hacerlo en un gran equipo como Caisse d´Epárgne. El equipo no tiene un líder claro para ese tipo de carreras - Lombardía, Piamonte, París Tours...- pruebas en las que el mallorquín podría aprovechar sus condiciones de hombre rápido para dar una alegría a su equipo y, al mismo tiempo, ganarse la confianza de sus directores.

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